Un consorcio de ciudades en Alemania, Francia y España lanzó un plan piloto para implementar semáforos inteligentes capaces de adaptarse en tiempo real al flujo de tránsito. La iniciativa busca enfrentar uno de los problemas más comunes en áreas urbanas: la congestión vehicular y la contaminación que generan las largas esperas.
Los nuevos dispositivos cuentan con sensores que detectan la densidad de autos, bicicletas y peatones en cada intersección. Con esa información, el sistema ajusta automáticamente la duración de las luces verdes y rojas, priorizando en cada momento el sector con mayor necesidad.
Según los primeros resultados, las ciudades que participaron del ensayo registraron:
- 18% menos de tiempo promedio en los embotellamientos,
- 12% de reducción en las emisiones de CO₂,
- y un aumento del 9% en el uso de bicicletas, gracias a que los cruces se volvieron más ágiles y seguros.
Las autoridades locales destacaron que este tipo de tecnología no solo mejora la circulación, sino que también optimiza el transporte público. Autobuses y tranvías equipados con un sistema de prioridad pueden “avisar” al semáforo que se aproximan, reduciendo así los retrasos en hora pico.
De confirmarse estos buenos resultados en la prueba piloto, se espera que en los próximos dos años la tecnología se expanda a otras capitales europeas, con la meta de convertirla en un estándar para el diseño de ciudades inteligentes.